Mateo 6:33

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

La vida del ser humano suele no ser simple. No se trata sólo de dormir, comer, y estudiar o trabajar. Crecemos, y con el paso del tiempo, debemos asumir responsabilidades y cumplir obligaciones. Más adelante, en el transcurrir del tiempo, vienen los hijos, a quienes se supone que debemos enseñarles a vivir. Con estudios, trabajo, familia y entretenimiento, parece algo complejo el ajuste del tiempo.

El escritor del libro del Eclesiastés disertó en el capítulo 3 acerca del tiempo. Dijo al comenzar: «todo tiene su tiempo». Cada cosa tiene su tiempo, nosotros somos administradores de nuestro tiempo. Quien no valora su tiempo suele desperdiciarlo, y por ende, tampoco valora el tiempo de los demás. El tiempo es el único bien que poseemos sólo una vez cada instante. Hay quienes dicen que el tiempo es oro, o que el tiempo es dinero, pero en realidad es más valioso que el dinero; el tiempo es vida.

La clave para administrar bien el tiempo es saber organizar nuestras actividades en función de las prioridades. Quien tiene bien claras sus prioridades y adecuadamente distribuidas, no desperdiciará tiempo en cosas de menor importancia; sabiendo que puede tratar estos asunto cuando sobre tiempo. Pero la ausencia de una clara definición de prioridades hará que vivamos una viva vacía, en función de lo que salga de imprevisto, una vida holgazana, con poca productividad.

Antes de seguir avanzando, te comento que me gustaría saber si tú que lees este mensaje ya definiste el orden de tus prioridades. Si ya lo hiciste, considera si realmente respetas ese orden, si en verdad estás invirtiendo tu tiempo en función de tus prioridades, es decir, mientras más alto está en mi nivel de prioridades, más tiempo le dedico. Del mismo modo, mientras más bajo está en mi lista de prioridades, menos tiempo le dedico. Procura no engañarte a ti mismo, tampoco justificarte. Este análisis te ayudará a determinar si es que el orden no es el adecuado, o no estás comprometido en verdad con ello.

Si por el contrario, aún no has definido tu lista de prioridades, estás a tiempo, este año está por terminar, puede que no hayas sido muy exitoso en la administración de tu tiempo, y quizás se deba a la falta de una buena definición del orden de tus prioridades. Tómate un tiempo para establecer tus prioridades, trabaja en ello con determinación y compromiso, y verás que el año que viene tendrás más productividad y sobre todo, satisfacción.

Prioridad significa más importante que otras cosas, algo que tiene ventaja o preferencia. Algo que uno pone primero, antes que otras cosas. En un adecuado orden de prioridades, las cosas más importantes van delante de las menos importantes, por ejemplo, divertirnos yendo al cine es menos importante que comer.

Existen muchas cosas que son importantes. Para algunas personas, la familia es lo más importante, para otros el trabajo, otros dicen que la salud, otros le dan más valor a su relación con Dios, o bien, a las prácticas religiosas de su elección. Todas estas cosas en realidad son importantes, pero entre ellas debe establecerse un orden bien definido, ya que nunca podrán ni deben estar al mismo nivel.

También existen cosas menos importantes, es decir, son importantes, pero nunca como las antes mencionadas; en esta lista se puede mencionar los estudios, cumplir con los deberes, pagar las cuentas, ahorrar, la felicidad, la comodidad, etc.. Se trata de cosas buenas y útiles que mejoran nuestra calidad de vida, pero no pueden ser el centro de nuestra vida, porque son menos importantes que las primeras.

A esto le sumamos otras cosas que en verdad no son realmente importantes; los pasatiempos, las vacaciones, estrenar, ver una novela, ir al cine, pasear, salir a bailar, y un sin fin de cosas más que se pueden sumar a esta lista según el círculo social, los recursos y las preferencias que tengamos. Estas cosas siempre suelen ser aleatorias, y aunque aportan mucho entretenimiento, generalmente no nos hacen productivos, sino todo lo contrario, cosas como estas son las que consumen nuestros recursos.

Ordenar en tu vida las cosas que son importantes, las que son importantes pero no tanto, y las que no son importantes, te ayudará a definir el orden de tus prioridades. Esto varía en función de cada contexto, de cada circunstancia. Por ejemplo, para alguien que ya egresó de su carrera profesional, los estudios podrían no ser nada importantes, a menos que quiera estudiar otra carrera o sacar una especialidad. Quien no tenga vínculos familiares muy fuertes con nadie puede no considerar este tema de la familia algo importante. Un ateo no incluirá el tema de la religión en su lista de prioridades.

En cuanto a lo que a mí compete, quiero recapitular sobre el verso del día. Es lo suficientemente específico como para que veas por dónde voy. Dice textualmente: «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.» Soy muy obvia con este verso, en relación al consejo que quiero dejar. De conformidad a este pasaje, el primer y más importante lugar en la vida del ser humano debe ser buscar el reino de Dios y su justicia, es decir, desarrollar una completa comunión con Dios, en obediencia a lo que dice Su Palabra. A partir de este verso surge una promesa, todas las demás cosas que complementan la vida del ser humano serán añadidas, es decir, llegarán oportunamente, en el momento adecuado. Esto no indica que surgirán de la nada, pero establece que sucederán en verdad.

Según el consejo de la Palabra de Dios, el ser humano debe buscar el reino de Dios. El reino de Dios no es solamente el cielo, se trata de ese territorio universal que se rige bajo la soberanía de Dios. Cuando el Señor Jesucristo predicaba en la tierra, decía: «el reino de los cielos se ha acercado». Con la venida del Señor Jesucristo a la tierra, en su manifestación como el Mesías profetizado, con todas las obras maravillosas que hizo, dio a conocer el reino de los cielos. En ese sentido, es como un mundo paralelo espiritual al cual se entra por medio del Señor Jesucristo. Este mundo espiritual se rige por las leyes de Dios, y todo aquel que acepta el señorío de Dios es parte de este reino y disfruta de sus beneficios.

Para conocer más acerca del reino de Dios, te recomiendo leer los cuatro Evangelios, conocerás que al reino de los cielos se puede entrar, pero también salir. Podrás identificar el valor del reino de los cielos y los requisitos para entrar, así como los beneficios para quien pertenece ahí.

El verso en Mateo 6:33 nos ayuda a establecer el mejor orden de prioridades: primero Dios. Cuando le das el primer lugar a Dios en tu vida te es más fácil identificar el resto de cosas y ordenarlas mejor. Sabrás lo que para Dios es importante y ello te guiará a valorar cada una de las demás cosas. También sabrás reconocer las cosas que no agradan a Dios, y con firmeza y deseo de hacer la voluntad de Dios, las desecharas definitivamente de tu vida.

Sin importar cuan bien hayas organizado el resto de cosas, en algún momento surgirán las emergencias. Así que no pretendas tener todo tu tiempo medido. Pero te aseguro que con Dios de tu lado, las emergencias tienen una buena solución.

No menosprecies lo que te digo; invierte bien tu tiempo. El trabajo no lo es todo. Vivir sólo para hacer dinero no vale la pena. No digas: «No tengo tiempo». No esperes que la enfermedad haga que sí tengas tiempo para ir al médico, que la cárcel haga que sí tengas tiempo para leer la Biblia, que un funeral sí te de el chance de ver a los amigos, que perder tu trabajo te permita pasar todo el tiempo con tu familia. El hubiera no existe, el pasado ya pasó, el futuro aún no viene y lo único que tienes es el «ahora».

Vive tu vida como si fuera el último día, no para desperdiciarlo, sino para vivir de verdad, dándole tu tiempo a lo que en verdad vale la pena. Deseo que disfrutes cada día más la vida que decides vivir. Reconoce eso, por favor. Tú vives la vida que decides vivir según la forma en que administras tu tiempo. Tómate un buen tiempo para meditar en esto y empieza a vivir mejor.