Mateo 11:28

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

El agotamiento en el resultado de mucho esfuerzo físico, de trabajar. Y la única forma de superar el agotamiento es el descanso. Descansar no es solamente dormir, porque muchas veces no hay sensación de descanso aún durmiendo, especialmente cuando el sueño es interrumpido o el cansancio se combina con estrés o muchas preocupaciones. Descansar es reposar, es detener las actividades agotadoras para realizar actividades que den fuerzas.

Las formas más conocidas de descanso son dormir, meditar, relajarse en una posición física confortable con repeticiones de respiración profunda y exhalación suave, hacer yoga, o hacer ejercicios de estiramiento. Tomando en cuenta que hoy en día la mayoría de las personas viven una vida agitada, de muchas ocupaciones y preocupaciones, encontrar una forma de descanso debe ser indispensable. Se recomiendan 5 a 15 minutos de descanso cada 2 horas de trabajo contínuo en jornadas de 6 horas o más. Pero métodos como estos son poco aplicables en la realidad; ya sea por resistencia de los empleadores, o por la dispocisión del empleado de no interrumpir su jornada. Si consideramos a las personas que trabajan por cuenta propia, o que atienden los asuntos del hogar, la jornada es más larga, y el descanso depende mucho de sus hábitos y la forma en que administran su tiempo.

Dormir es importante. Muchos jóvenes y adolescentes tienen por costumbre navegar en internet o usar sus celulares para jugar o interactuar con otros hasta altas horas de la noche. Este comportamiento suele minimizarse al no parecer dañino, porque sus actividades y relaciones los motivan a levantarse temprano, aún durmiendo pocas horas. Este descuido del descanso generará un patrón de comportamiento difícilmente irreversible. Pero con el paso de los años surtirá efectos en la salud y la consistencia física, así como en la concentración mental. ¿Podría alguien de más de 60 años decir lo contrario; decir que desde los 13 se desvela durmiendo menos de 4 horas diarias y sin ninguna afectación?

También las madres viven un periodo de poco descanso, cuando sus hijos son apenas unos bebés que se despiertan varias veces en la noche, o cuando están enfermos. Es común notar irritabilidad en las mamás al enfrentar estas dificultades para descansar.

Descansar es tan importante que cuando Dios dictó leyes al pueblo de Israél, ordenó que tomaran un día de la semana para descansar. A partir de esta ordenanza, se consideró prohibido hacer cualquier trabajo en el séptimo día de la semana, que es el sábado. La Biblia explica que nadie podía hacer labores comunes ni jornadas de negocio, sino que debía dedicar este día a Dios, en oración y consagración. Todo aquel que trabajara en el día de reposo era sancionado con la muerte.

Esta ordenanza parece extrema, pero tenía dos propósitos: el primero es el descanso de las personas en el que recobran las fuerzas físicas para emprender una nueva jornada después de este día, el segundo es la dedicación de estas personas a Dios. Esta dedicación consistía en que todos debían conocer a Dios, debían aprender sus ordenanzas. El día de reposo era practicamente un día dedicado a Dios, a adorarle, a meditar, a estudiar la historia sagrada, y habían liturgias en las casas donde se comía pan sin levadura como recordatorio de la salida de Egipto por la mano poderosa de Dios. El castigo en la violación a esta ordenanza tenía como fin desarrollar el temor a Dios. Cuando el imperio romano tomó el control del territorio judío, les prohibieron toda clase sentencia de muerte, por lo que el castigo de esta transgresión fue suspendido. Fue por eso que los principales sacerdotes tuvieron que llevar a Jesús ante Pilato, emperador romano de entonces, para poder condenarlo a muerte por blasfemia y por violar el día de reposo, entre la lista de acusaciones que emitieron contra él.

La ordenanza del descanso establece una dinámica de equilibrio en la vida del ser humano. Por eso es necesario que no solamente consideremos que es importante, sino más relevante aún, apliquemos este principio a nuestras vidas. Si no eres creyente comprometido, aplicarlo te dará salud, estabilidad y nuevas fuerzas. Y si eres creyente, en tu descanso ya sabrás qué hacer.

El Señor Jesucristo dijo que fuéramos a Él porque Él es la fuente del verdadero descanso. Jesús da descanso porque Él hace un intercambio: toma nuestras cargas y nos pone la suya. La carga del Señor Jesucristo es hacer la voluntad del Padre Celestial.

Descansamos en el Señor poniendo nuestra confianza en Él. Tenemos alivio de las preocupaciones cuando sabemos que Él atiende nuestros asuntos. Adorarle produce gozo. Hablar con Él en oración causa paz. Ciertamente hallamos descanso en Él.

Todas las ordenanzas y mandamientos de Dios son para nuestro bienestar; y este aspecto del descanso es uno de los mandamientos que más se repiten en la Biblia, superado solamente por el mandamiento del amor.

Es posible que como a muchos les pasa, estés experimentando mucho cansancio; quizás al punto de sufrir alguna enfermedad a causa de ello. Observa este mandamiento. Dedica un día para descansar; y en ese día procura dedicar mucho de tu tiempo en tu comunión con Dios.

Apartar un día para dedicarlo a Dios no exime de hacer Su voluntad los otros días de la semana, pero lleva consigo dejar las jornadas de trabajo a un lado y hacer obras que a su vez traen descanso.

Jesús es nuestro descanso permanentemente. Tenemos esto por ventaja. No tenemos que esperar seis días para descargar en Él nuestras cargas. Podemos hacerlo en cualquier momento. Por eso podemos dedicar un día para servirle en ayunos, evangelismo, adoración y comunión.

Descubre el verdadero descanso, que va más allá de los efectos de una pastilla relajante, 8 horas de dormir o una sesión de meditación. El verdadero descanso en entregarle tu corazón al Señor Jesucristo y vivir para hacer la voluntad de Dios.