Génesis 1:20

Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.

Todas las especies marinas y todas las aves fueron creadas por Dios en el quinto día. Estos seres recibieron la orden de fructificar y llenar los mares y la tierra. Todo estaba lleno. No eran pocas aves ni pocos peces. Puedo imaginar que la creación obedeció la orden de Dios, y lo creado empezó a multiplicarse y a llenarlo todo.

¡Cuánta hermosura hay en un paraíso natural, lleno de aves que vuelan en el aire, que cruzan el horizonte, que cantan por las mañanas! ¡Cuánto deleite el contemplar las especies marinas en su habitad! Criaturas grandes y pequeñas de toda variedad. ¿No te asombra cuán creativo es Dios? Me puedo imaginar que todo lo que existe estuvo antes en la mente de Dios, y que cuando dio la orden, Su inmensurable poder materializó todo lo que había diseñado en Su mente.

Meditar en la creación despierta mi imaginación. Un escenario perfecto, lleno de vida y color. En cada día que avanza el proceso creador el paisaje se completa, la belleza aumenta. Dios todo lo hizo bueno y perfecto.

Todo lo que hizo Dios está lleno de vida, de color, de movimiento. Dios quiso que todo fuese lleno, fuese fructífero. Y ese patrón se repite en toda la creación. La llenura, la belleza y la variedad es parte del matiz con el que Dios colorea cada pincelada de vida sobre la tierra. El universo está lleno de estrellas, la tierra llena de plantas, el cielo lleno de aves, los mares llenos de peces. ¿Y con qué está llena tu vida? ¿Cuáles son los colores de tu vida, de tu alma, de tu corazón?

Generalmente dejamos que la vida se nos pase, y vamos acumulando lo que se viene con ella. Pero ¿qué harías si te dijera que puedes elegir con qué llenar tu vida? Delante de ti están todas las opciones; es como si tuvieras la paleta de colores y el lienzo justo frente a ti, en tus manos. Ciertamente hay eventos a los que llamamos accidentes de la vida, aún ellos impregnan color a la vida, tal vez no tan agradables, pero sin duda, son parte del cuadro.

Conozco gente increíble que hace un genuino esfuerzo por colorear la vida de la mejor manera, venga lo que venga, sean días grises o soleados. Gente que tuvo menos oportunidades que otros, menos recursos, menos de todo, pero que no se rindieron. Que con pocos colores mezclan lo que tienen y logran hacer una belleza de la vida. Personas que no sólo piensan en lo suyo, sino en lo de los demás. Y conozco gente tan vacía que en lo único que piensan es en sí mismas. De ambas hay por todas partes.

Tienes la paleta de colores en tus manos, y a ti se te ha dado la orden de pintar. No esperes que venga alguien a pintar tu mundo, mejor atrévete a colorear tu vida de la mejor manera, y ayuda a otros a colorear.

Me gusta el color de la amistad sincera, de los descansos, de las metas alcanzadas, el color de los abrazos, de las nuevas experiencias, de explorar lugares nuevos, el color del amor. Me gusta el color de la verdad, de la paz y de la esperanza. El color de los desafíos me motiva, el color de la fe me apasiona, el color la compasión me conmueve.

Llenar tu vida es pintar el lienzo más importante. La vida es una obra de arte, y tú eres el pintor. Heredaste de tu Hacedor la habilidad de crear, y nadie es más responsable que tú por los colores que eliges. No le des a nadie tu pincel, ni tu paleta de colores.

Habrás podido notar que el curso de la vida es hacia adelante, el pasado no se borra ni se cambia. Pero se te da un día para pintarlo como quieras. ¿Harás tu mejor esfuerzo por colorear lo más bello que puedas? A muchos se les va la vida pintando amarguras, y en el peor de los casos dejan de pintar por quedarse contemplando las pinturas del ayer, sean estas bellas o de las otras.

No pierdas de vista que cada día es una pieza del gran cuadro. No hay nada más hermoso que haber vivido bien la vida que se te dio. Hagamos un ejercicio: si pudieras imaginar tu propio funeral ¿qué crees que las personas dirían de ti?

Lo que llamamos fracaso son sólo experiencias. Lo que llamamos espera es parte del procesos. Lo que llamamos cambios son oportunidades. Y cada parte de la vida es una pincelada que forma parte necesaria del propósito para el cual Dios te creó.

Al final del vieja se te pedirá cuenta. ¿Qué cuentas darás por la oportunidad de vida que se te dio? ¿Después de todo lo vivido, cómo crees que se vera el cuadro de tu vida?

Elige lo mejor de tu paleta de colores. Sonríe, ama, perdona, enfrenta tus miedos, se amigo, has ejercicio, come sano, descansa, trabaja, persevera, cuida, valora, respeta, contempla, acaricia. Llena tu vida con alegría, con conocimiento, con justicia, con verdad. Pero sobre todo, llena tu vida de Dios, de fe, de amor y de esperanza.