Génesis 1:8a

Y llamó Dios a la expansión Cielos.

Después que Dios hizo la luz, hizo el cielo, separando las aguas y creando la expansión. Este cielo no es el universo, ni es el lugar celestial donde habitan los ángeles de Dios, sino el firmamento, el cielo del planeta tierra, el lugar de las nubes y de los arcoiris.

El cielo revela la grandeza de Dios. El salmo 19:1 nos dice que es como si el cielo mismo nos hablara anunciando las maravillas de Dios. ¿Qué piensas cuando miras al cielo? El cielo simboliza lo alto, lo grande, lo lejos, lo mucho. Es símbolo de esperanza, de oportunidades, de lo infinito.

Cuando era niña, solía mirar al cielo y buscar las nubes con formas de animales. Me imaginaba que podía volar entre las nubes. Me preguntaba adónde iban las nubes que veía pasar. Ciertamente, mirar al cielo ha sido por siglos fuente de inspiración, creatividad, esperanza.

El cielo nos recuerda el infinito amor de Dios. Sin importar la hora en que contemples el firmamento, verás cosas extraordinarias: nubes tormentosas, arcos de colores, estrellas, atardeceres y amaneceres, arreboles, y todas ellas revelan la majestad de Dios. La naturaleza toda habla de su creador.

¡Hey! Sal a ver el firmamento. Levanta la cabeza. Respira profundo y observa, algo te dice el cielo hoy.

Mirar al cielo te recuerda que aún tienes oportunidades hoy, que tus ojos pueden ver, que la vida pasa como las nubes, que el tiempo no se detiene.

Mirar al cielo te invita a celebrar la vida, a cantar una canción de esperanza, a soñar, a volar, a viajar. Por ahí he escuchado la frase «el cielo es el límite», y es decir bastante. Creo que intentan motivar a la superación y al esfuerzo para seguir adelante luchando por lo que uno anhela. Pero el verdadero límite está en la mente, y cuando rompes las fronteras de la imaginación y usas el vehículo de la fe, puedes ir más allá del cielo. Aunque el viaje más importante es aquel que haces cuando te despides de esta vida. Y para entonces, ¿irás al cielo? El cielo me recuerda que hay una eternidad, y un sólo camino para llegar adonde está Dios: Su hijo.

Empieza este año disfrutando de todas las oportunidades que tienes delante de ti; todas ellas están ahí, y en el momento oportuno serán manifestadas. Celebra que el amor de Dios es tan grande como el firmamento, y Su misericordia es aún mayor. Sus pensamientos son más altos que los cielos, y puedes estar seguro de que Dios tiene un buen plan para ti.

Disfruta de ver el cielo en calma, sin prisa, porque a cada instante el firmamento canta una canción de amor para ti de parte de Dios.

Mira hacia arriba. Las personas hoy en día caminan con la vista hacia abajo, mirando sus celulares, distraídos, o deprimidos, afanados y con prisa. Pero cada día los cielos cuentan las maravillas de Dios. Levanta la cabeza, mira hacia el cielo, y agradece por la vida y por cada nueva oportunidad que tienes hoy.